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Marta Riera, Mª Antonia Fernández y Antonia Guardiola. j.verd
Me apropio del título del programa de Jesús Calleja, del que les hablaré más adelante, porque esa es la sensación, la de un total desafío, la que tenemos cada año los que nos dedicamos a contar y a vivir las maravillas sin fin del verano mallorquín y sus saraos mil. Estamos a pesar de todo, y de todos, que nos salimos. Así que sin más preámbulos, me sumerjo a pulmón libre en ese mar de fiestas que nos esperan, con sus sorpresas, para no salir a la superficie hasta que llegue septiembre. Sacaré la cabecita para respirar, eso sí, pero solo de vez en cuando.
Ayer se celebró la boda del año, la que ha unido para siempre a una pareja encantadora y muy cool a la que deseamos toda la felicidad del mundo. Patricia Conde, bellísima, y Carlos Seguí, muy guapo, muy rubios y dorados por el sol se dieron el sí, quiero ante 160 invitados, solo familia y amigos, nada de farándula, en una ceremonia celebrada en uno de los lugares más hermosos del mundo, que además es propiedad de la familia del novio. La Granja de Esporles. Los invitados empezaron a llegar, puntualmente, a las ocho de la tarde accediendo al lugar de la ceremonia por el jardín, maravilloso. Una copa de champán les daba la bienvenida aunque por eso del calor muchos optaron por el agua refrescante que además aseguraba fuerzas hasta la madrugada. La ceremonia civil del matrimonio, muy emotiva, comenzó poco después. Fue breve, por expreso deseo de los novios, deseosos de algo casi informal que se adaptara a sus gustos poco ostentosos. Quizá por eso optaron también por un cóctel en lugar de la tradicional cena con emplacement que obliga al estatismo cuando lo que de verdad se quiere es poder hablar con unos y con otros de manera distendida y divertida. Que de eso se trataba, de que lo pasaran todos muy bien, para que el recuerdo, que ese sí es para toda la vida, resultara inmejorable. Lo será.
El cóctel-cena servido por La Alacena de Mallorca, que dirigen con maestría dos de nuestras grandes, Marilen Martín Soledad y Paloma Cifuentes, resultó impresionante en su sencillez. Se sirvió en la clastra de la possessió con abundancia de jamón serrano, queso parmesano y un homenaje a esta tierra con un carro mallorquín en el que no faltaron las berenjenas de carne, el frito mallorquín de marisco, riquísimo, o el tumbet. Tan nuestro. En otro de los carros los arroces competían en sabores, paella ciega, arroz negro y fideuá. En otro, perfectamente dispuesto, el sushi de la mejor calidad se adueñaba de los paladares más sibaritas en una variedad difícilmente igualable. Hubo cocktail de fríos, triunfaron el chupito de melón y menta y las tostaditas de escalibada con anchoas de la Escala, una delicia y cocktail calentito en el que destacó la tempura de espárragos y zanahorias. De postre, ya muy avanzada la celebración, se sirvieron en bandejas tartas variadas y brochetas de frutas, cremas inglesas y tiramisús. Se sirvieron, claro está, los mejores vinos y el mejor champán, como no, seleccionados con esmero por los novios, expertos en el buen vivir y generosos refrescando una noche plácida en la que no se descuidó ningún detalle. Los mojitos aparecieron pronto ayudando a que el ambiente fuera in crecendo a medida que la noche avanzaba hacia el día. A las tres de la madrugada se sirvió un resopón de bocadillos de jamón que ayudó a reponer fuerzas para llegar al amanecer en condiciones óptimas. Fue a decir de algunos invitados la boda perfecta, la mejor servida y la más divertida. El hermano del novio, Alberto Seguí, me cuentan, estaba elegantísimo, arrebatador como siempre. Y así todo, porque hubo abundancia de caras guapas mallorquinas de las que pueblan estas Natas dominicales casi cada semana, pero que hoy quieren felicitar a los novios del año con todo el cariño del mundo. Por estupendos. Les vi pasear hace unos días cogidos de la mano, por el puente de la Riera, camino del mar y la soledad de la madrugada, vestidos súper chic, los dos, como siempre, y pensé en la felicidad perfecta. Queremos que les dure siempre. Y que lo veamos.
El amor en tiempos de cólera es un bálsamo. Como el mar , y a la felicidad que da ver como Port Adriano está que se sale desde que se inauguró hace unos meses. Un no parar de actos valiosísimos que confirman el éxito de esta empresa familiar tan arriesgada que no para de dar satisfacciones a todos. La semana pasada, por ejemplo, no doy abasto para contarlo todo, se inauguraron las nuevas instalaciones, ampliadas generosamente, de Mar Balear Dive Center, la escuela y centro de buceo, también fundación, de María March Juan y su socio, Oscar Espinasa, con la presencia del gran Jesús Calleja. Todos lo son, valientes, hasta la locura. Lo hemos visto en infinidad de ocasiones en ese programa fantástico de televisión, Desafío Extremo, dirigido y producido por el aventurero. En el programa María ha demostrado porqué es única. Hija segunda de Juan March Delgado y la elegantísima y discreta María Antonia Juan Garau, mallorquines de pro, en las formas y los modos, ha heredado la pasión por la aventura y el geniode esa familia hoy orgullosa con sus logros y su independencia. Son impresionantes. Sus padres quisieron estar presentes en esa jornada tan especial para su hija y para todo el equipo que forma esta empresa más que necesaria, que lo que hace, sobre todo, es fomentar el amor y el conocimiento de un mundo que nos es demasiado ajeno, teniéndolo como lo tenemos tan cerca. La protección del mar y de las especies que los habitan a través de la fascinación que produce descubrirlo en toda su grandeza es una experiencia única hoy al alcance de muchos gracias al esfuerz en el que se sirvió sushi, sirvió también para que muchos se acercaran a ver cómo Port Adriano se va llenando de nuevos espacios de negocio y diversión en una oferta cada vez más apetitosa para todos los sentidos.
La nueva tienda de la Relojería Alemana, obra de los arquitectos Jaime Oliver y Paloma Hernáinz, merece una visita detenida y distendida, es una auténtica joya, una maravilla estética que no hay que perderse. Todavía no está oficialmente inaugurada, lo será en breve y se lo contaremos, pero hay que decir ya que los hermanos Pablo, Blanca y Paula Fuster Planas y sus padres están encantados con el resultado. No es para menos. También los están Alex y Federico Turzi, guapos hasta la extenuación, gemelos para más inri, así que la belleza se dobla multiplicándose hasta el infinito. Inauguraron su nueva tienda In Sight en Port Adriano pocos meses después de hacerlo en Puerto Portals, con un concepto igual de sugestivo y divertido capaz de dar color a un acto tan simple o complicado, depende, como es encontrar la pieza de moda, decoración o complementos que te hacen distinto. Huir del corriente para ser un plus. Lo consiguieron con una convocatoria fantástica a pesar del España-Portugal en la que no faltaron algunas de las caras más guapas de la isla y una sorpresa agradabilísima que fue la presencia de la madre de los anfitriones, la gran Kiki Turzi, una de las mujeres más elegantes, propietaria de un porte único y unos genes perfectos, además de una mundología digna de libro de memorias en las que el glamur de verdad estaría en cada página.
Por cierto, Renate Pentzien, que estaba acompañada por su marido, Michael Pentzien, ya ha presentado su fabuloso libro sobre personalidades en Mallorca, una preciosidad que les contaré la semana que viene. Contaron con la presencia de un elegante José Ramón Bauzá. El presidente se cambió en un plis plas, blanco impoluto, para acudir acto seguido a la super fiesta de inauguración del Nikki Beach. También se lo contaré con detalle el próximo domingo. Fue espectacular. Prepárense. Hay unas fotos deliciosas bien guardaditas. Y una historia mejor. Sigo con los Turzi y la capacidad que tienen para convertir lo normal en extraordinario. Mojitos, sushis, buena música y mejor humor con amigos tan cariñosos como Daniel Lozano, uno de los cerebros importantes de Sol Melià, que acudió con su bella esposa Andrea Schmitt y su hija encantadora, Jessica Lozano, o la gran María Juan de Sentmenat con un out fit perfecto luciendo figura espectacular y regalando alegría, como siempre. Por eso es protagonista siempre de estas Natas enamoradas de la belleza y la buena educación. No faltó tampoco su hermana Beatriz Juan de Sentmenat, ideal en marinero, acompañada de su atractivo marido. Patrick Popp, acompañado por su hijo, un casi adolescente que apunta maneras de Don Juan futuro, deportista, alegre y buen estudiante. ¿Qué más se puede pedir?
En fin, ver a Ivana Matson, la esposa de Fredy Turzi, es un homenaje a la belleza. Estuvo con su hermano Nikush, otro guapo. Y así todo. Ya se lo pueden imaginar. Fue San Juan. Para celebrarlo, Carlos Arbó y María José Castellví, uno de los matrimonios más distinguidos de Palma, además de encantadores, ofrecieron una cena en su magnífico jardín de su preciosa casa de la calle Portella. Junto a la piscina, refrescando la noche, sus invitados: Maite Arias y Sergio Sanjuan, el diseñador de las vips Santiago Bandrés, con muchísimas clientas en Palma adictas a su alta costura, una de sus musas es Cristina Macaya, con la que llegó a la cena, espectacular, como siempre, José María Janer y su marido Jordi García, elegantísimos; Marta Alguersauri, bellísima y su marido, Bont Denolf. Marta es hermana y manager de Jaime Algeursuari, piloto de fórmula uno, hoy probador de Pirelli pero a punto de volver a la alta competición; Pablo Fuster y su novia, Cristina Lahoz, impecables como siempre, los niños de la casa, dos cielos que llevan el nombre de sus padres, y el gran Miquel Pujol, que cierra su forn de Sant Miquel, en funcionamiento desde 1560, un mito que se va pero con algo que queda, se vio en la despedida de ayer y en la cena en casa de los Arbó donde se comió su fabulosa porcella y se sirvió lo mejor de su repostería. Un lujo para amigos incondicionales.
Fue un San Juan perfecto, como lo fue en casa de Bárbara Bergman y Klass Kall de Rialto Living. Dieron una de las grandes fiestas del año. Se cuentan todas las maravillas y se quedan cortos. La fiesta de Le Pool Club by Meliá de Mar también estuvo súper animada, con tambores y capoira, música y moda, hogueras y saltos sobre el fuego a las doce de la noche. Leidy Margareth Mendez es estupenda. También lo es Isabel Martín. Expuso su obra fotográfica erótica en Mood Beach con motivo de sus Viernes de Arte donde no faltaron artistas como Toni de la Mata y Max Cantrell. Fascinante la exposición de Nando Esteva en Abba Art, no se la pierdan, verán porqué se ha llevado el LUX y feliz Mercedes Estarellas, ejerciendo de anfitriona perfecta en su casa-galería la noche de Palma Photo. Un exitazo.
Lo fue también la fiesta con que la familia Amengual-Delgado, Miguel Amengual Cifre y Begoña Delgado, con sus hijos Begoña, Aina y Miguel, quisieron agradecer a sus allegados un año más su colaboración con el hotel Port Adriano. Les presentaron sus novedades, amplias terrazas, nuevas y mejores vistas a la marina desde el Bistro, spa de Natura Bissé, hotel solo para adultos. Todo durante una puesta de sol fabulosa con cóctel estupendo y música chill out. Lo más. Sigo buceando delante de Mhares, viendo su puesta de sol, única. Ya les contaré.
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