Balcones engalanados en Oyón durante las pasadas fiestas de San Prudencio, que no pudieron celebrarse. / M. H.

Dos largos años han pasado desde la última vez que los oyoneses y las oyonesas pudieron escuchar el redoble de los tambores. La pandemia paralizó todo obligando a que la celebración de las fiestas patronales quedaran en un segundo, incluso en un tercer plano. Pero la mejora de los datos y la vacunación masiva del país ha permitido que, por fin, pueda verse la luz al final del túnel: un túnel en el que resuena la tamborrada. Y es que, Oyón será una de las primeras localidades de Rioja Alavesa en volver a celebrar sus fiestas patronales, en este caso, en honor a San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz.

Durante cuatro días los habitantes y vecinos del pueblo podrán volver a disfrutar de los pasacalles, los toros de fuego y de la icónica caracolada de Oyón, entre otros muchos actos. La fiesta dará comienzo el próximo 27 de abril con tres retretas que se sucederán, con un espacio de diez minutos entre unas y otras, en la plaza Mayor para dar paso al gran evento de las fiestas que no será otro que la tamborrada. Mayores y pequeños desempolvarán de nuevo sus tambores para llenar de música las calles de la localidad dando forma a un acto que este año cumple 30 años. La jornada finalizará con la música del Grupo Meteoro 2.0.

Al día siguiente, el 28 de abril, se celebrará la caracolada popular. La degustación, que tendrá lugar en la plaza de San Vicente a las 14.30 horas, tendrá un coste de un euro que se destinará íntegramente a ayudar a Ucrania. Además, a las 20.00 horas también habrá otra degustación de revuelto de champiñones para dar paso a una discoteca móvil que se cerrará a las 21.45 horas con el toro de fuego.

El resto de días –29 y 30 de abril– coincidiendo con el fin de semana, las fiestas pondrán la guinda al pastel con actuaciones musicales y nuevos pases de pirotecnia.